Espondilitis anquilosante

¿Qué es la espondilitis anquilosante? 

Se trata de un proceso inflamatorio que afecta a las inserciones tendinosas y de los ligamentos de las articulaciones, preferentemente del esqueleto axial, comenzando generalmente por las articulaciones sacroilíacas, pero que afecta a toda la columna, especialmente en las uniones discovertebrales.

A consecuencia de estos brotes inflamatorios se produce la fijación de las articulaciones, quedando toda la columna vertebral  transformada en un bloque único, con ensanchamientos a nivel de los discos, lo que le da un aspecto parecido a una caña de bambú.

Si se  controla la enfermedad y se frenan los brotes inflamatorios, no se desarrolla la rigidez progresiva de la columna (anquilosis), que debe entenderse como la cicatriz que queda tras los brotes inflamatorios.

¿Cuáles son sus causas?

Se trata de una enfermedad con un trasfondo genético, con varias teorías explicativas cuya  discusión va más allá de un manuscrito básico como este. Digamos que el gen HLA-B27 implicado en el sistema general de respuesta inmune, parece jugar un papel importante.

Afecta al 1,5-2% de la población, sobre todo de raza blanca europea; donde hasta un 6-7,5% tienen HLA-B27 (o sea, tener el gen no implica tener la enfermedad).

¿Cuáles son los síntomas?

Muy inespecíficos, suele ser un paciente de veintitantos años, con una historia de meses de episodios de dolor lumbar nocturno, con  rigidez de espalda que mejora con el movimiento. Responden estos  episodios muy bien a antiinflamatorios no esteroideos, pero recaen rápido (uno o dos días).

¿Cómo se diagnostica?

En la fase inicial por la historia que cuenta el paciente, complementada con analíticas de sangre en los episodios inflamatorios e imágenes radiológicas de las articulaciones sacroilíacas y  caderas (pelvis); puede tardarse meses. Las radiografías pueden ser inicialmente normales.

Generalmente el diagnóstico lo hacen médicos reumatólogos, los cirujanos de columna entramos en juego con las frecuentes fracturas de columna.

Estas fracturas de columna tienen unas características muy especiales, sobre todo su inestabilidad mecánica y, aunque parezca paradójico, lo fácil que es que pasen inadvertidas.

¿Cómo se trata?

El de la enfermedad lo determinará el médico reumatólogo.

El de la fractura de columna lo determinará el cirujano de columna, pero a modo divulgativo y hasta valoración por especialista, señalemos que lo básico es el reposo sin cambiar la posición de confort del paciente: estos pacientes desarrollan deformidades (generalmente están encorvados) que, en caso de fractura  e intento de "recolocar bien" al paciente, pueden suponer el desplazamiento de la fractura.

A veces, más que en la gente sin espondilitis anquilosante, la mejor opción (si se puede por el estado general del paciente), es la cirugía, por esa inestabilidad mecánica de la que habíamos hablado.