Lesión medular

¿Qué es una lesión medular?

Se trata de aquella lesión en la médula que se produce después de un traumatismo.

Los traumatismos que más frecuentemente producen este tipo de lesiones en este momento son los accidentes de tráfico o las precipitaciones (caídas desde altura).

El tipo de lesión que la médula sufre se puede diferenciar en 3 grandes tipos (macroscópicamente):

  • Sección de la medula: se corta
  • Infarto medular: el desplazamiento de las vértebras por el impacto produce una falta de riego de la medula.
  • Contusión medular durante el golpe que provoca una reacción inflamatoria con una cascada de productos tóxicos que son los que dañan la médula

Además de por traumatismos, también se pueden producir las lesiones medulares por infecciones o por tumores; en estos casos, y debido a que generalmente la lesión se va produciendo lentamente en el tiempo, existe mejor capacidad de recuperación.

Es muy importante la rapidez diagnóstica, muchas veces se ve dificultada porque tienen otras lesiones o traumatismos asociados. Una exploración somera en el lugar del accidente puede dar una aproximación de la lesión que padece el paciente, y del nivel en el que existe un "sufrimiento" medular.

Al llegar al hospital, lo primero es estabilizar y reanimar al paciente si lo precisa, y una vez que eso se ha solucionado y que el paciente esté estable se valorarán todas las lesiones y entre ellas la medular.

En este sentido es preciso una exploración neurológica minuciosa que desde el primer momento va a marcar el pronóstico de la lesión.

Según la exploración, clasificamos la lesión en:

  • Completa: no hay movilidad ni sensibilidad por debajo del nivel de la lesión
  • Incompleta: algún grado de movilidad o de sensibilidad. A su vez pueden ser progresivas (van a peor) o regresivas (con estabilización y mejoría)

Es muy importante explorar de forma sistemática la sensibilidad perianal. Aunque no tengamos sensibilidad en el resto del cuerpo si preserva sensibilidad anal se considera lesión incompleta y por tanto con mejor pronóstico.

Una vez hecha la exploración es necesario disponer de una prueba de imagen, inicialmente puede ser una radiología simple o un TAC o RMN en función del centro o de la sospecha diagnóstica (Fig 1).

Fig 1

¿Cómo se tratan estas lesiones?

En el caso de los traumatismos la atención al paciente con lesión medular comienza en el mismo lugar del accidente siendo importante la extracción del vehículo de forma apropiada con el fin de no agravar las lesiones ya producidas.

Por ejemplo es necesario no retirar cascos de moto si no se sabe realizar.

Fig 2

Todo paciente politraumatizado debe ser inmovilizado con collares rígidos (Fig 2) desde el primer momento con movilizaciones en bloque. Cuando el equipo que atienda al accidentado  presuponga una lesión medular trasladará al herido al centro hospitalario útil más próximo que disponga de los especialistas necesarios para poder resolver la patología del paciente.

El tipo de tratamiento "per se" varía mucho según el nivel de la lesión. El tiempo para poder revertir una lesión es de 6-8 horas, aunque no quiere decir que se vaya a recuperar en el 100% de los casos, aunque se le opere en ese periodo.

Las lesiones de mejor pronostico son las lesiones medulares cervicales producidas por luxaciones, este tipo de lesiones son tienen una gran potencialidad de recuperación y es más importante el tratamiento en esta franja horaria de 6-8 horas.

Las opciones de tratamiento se basan principalmente en:

  • descomprimir esa medula que está presionada, realizándolo tanto de forma indirecta realineando la columna.
  • rectificar la posición a una posición anatómica como directamente descomprimiendo quirúrgicamente la zona en la que existe la compresión.
  • fijar los segmentos inestables.
Fig 3

La mayor parte de los pacientes con lesiones medulares completas su situación es irreversible. En ellos lo más importante es hacer una fisioterapia precoz, en centros específicos, con personal rehabilitador que marca las pautas de acción para evitar rigideces, cambios posturales, reeducación vesical e intestinal y sexual, colocación de ortesis (prótesis) (Fig 3) e incluso marcan los tiempos de las cirugías subagudas.

Además este tipo de lesiones implican un impacto psicológico muy grande tanto en los pacientes como en su entorno más cercano, y es muy frecuente que usen vías de acceso a información a veces dudosas donde se nos presentan diferentes tipos de terapias novedosas y "milagrosas".

En este sentido podemos señalar que  está trabajando con fármacos y terapias distintos de forma experimental, pero a día de hoy no hay evidencia del beneficio de estas terapias entre las que se encuentran la inyección de células madre, el tratamiento con rizulol (clásicamente usado para el ELA), con posible papel neuroprotector.

Otros tratamientos, como el uso de corticoides a dosis masivos, se está abandonando.

Las ayudas con diferentes prestaciones ortopédicas, sí parece que están dando buenos resultados, siempre supervisados por médicos especialistas en centros específicos.