Infecciones vertebrales

¿Qué son las infeccciones vertebrales?

La infección de la columna vertebral es una complicación seria. Su frecuencia es entre el 2% y 7% de todas las infecciones musculoesqueléticas. Más frecuente a partir de 50 años, más en pacientes inmunodeprimidos, diabéticos y ancianos.

Clasificación y causas de la infección de la columna

Según la causa de la infección.

  • Infección por vía hematógena, es la más frecuente.
  • Infección por inoculación directa (infecciones postoperatorias o traumáticas).
  • Y por extensión desde un foco contiguo.

Según el germen que lo provoca:

  • Infecciones piógenas (bacterias)
  • Infecciones tuberculosas.
  • Infecciones por hongos

¿Cuáles son los síntomas?

El dolor vertebral es lo más común. Está presente en 85%-90% de los casos.

Otros síntomas las contracturas musculatura adyacente, dificultad para elevar la pierna recta, flexión de la cadera por irritación del psoas o reticencia a llevar pesos. La presencia de fiebre no es tan frecuente.

Cuando se complica, puede dar manifestaciones neurológicas, como la paraplejia.

¿Cómo se diagnostica?

Pruebas de imagen:

  • La radiografía normal, generalmente no son concluyentes en las primeras semanas.
  • La Tomografía Axial Computerizada (TAC) solo puede ser recomendada en un contexto de emergencia y en ausencia o imposibilidad para realizar RM.
  • La Resonancia Magnética (RM), es la técnica no invasiva de elección.

La gammagrafía ósea, también ha perdido relevancia. Se suele utilizar, marcada con galio-67 con una buena sensibilidad y especificidad.

Pruebas de laboratorio:

  • La velocidad de sedimentación globular (VSG) y La Proteína C reactiva (PCR).
  • Hemocultivos de sangre solo son positivos en el 25%
  • El diagnóstico definitivo, se realizan con biopsia/punción aguja guiada con TAC.

¿Cuándo hay que empezar el tratamiento antibiótico?

La mayoría mejoran con tratamiento médico.  El tratamiento antibiótico no se debe dar si no se tiene un diagnóstico definitivo del germen causantes. Es pues obligatoria la biopsia bien cerrada o abierta para identificar el germen.

La vía de administración del antibiótico y duración es algo empírico en base a la experiencia de los facultativos médicos.

Se debe inmovilizar a los pacientes para controlar el dolor y prevenir la deformidad y el deterioro neurológico. Se puede colocar para movilizarlos, una ortesis cuya duración, dependen de la localización de la infección y de la destrucción del hueso, deformidad consecuente y de la respuesta al tratamiento.

Tratamiento quirúrgico

La cirugía está indicada:

  • Para obtener un diagnostico bacteriológico cuando la biopsia cerrada sea negativa o se considera que sea insegura.
  • Cuando haya un absceso evidente.
  • Casos refractarios al tratamiento no quirúrgico prolongado
  • En casos de compresión medular.
  • Si se produce una deformidad significativa o destrucción significativa de un cuerpo vertebral.

Generalmente está indicada una descompresión de la lesión (via de abordaje depende la localización) y una estabilización con instrumental quirúrgico.